Tuesday, June 02, 2015

NUEVO TEMA "PAREN DE FUMIGARNOS!" 2015




"Paren de Fumigarnos" es el primer tema de rap de Rodiyon MC, íntegramente dedicado a la difusión de la lucha contra los agrotoxicos, y las empresas ecocidas y genocidas, como lo es Monsanto.


LETRA: 


Paren de fumigar los cultivos con veneno, porque enferman a la tierra y porque enferman a los pueblos. Paren de fumigar a la gente rociándolos con toneladas de glifosato para los transgénicos. Paren de fumigar los cultivos con venenos porque atentan contra el ecosistema y su equilibrio. Paren de fumigar a la gente rociándolos porque nacen con malformaciones los niños. 
Paren de fumigar los cultivos con veneno, porque enferman a la tierra y porque enferman a los pueblos. Paren de fumigar a la gente rociándolos con toneladas de glifosato para los transgénicos. Paren de fumigar a los cultivos con venenos porque es la causa de los abortos espontáneos, y porque con el ADN es con lo que están jugando y no hay un solo científico capaz de calcular el daño.


No queremos más cáncer trepando en el top ten. No queremos ver nacer enfermedades por conocer. Ni queremos sufrir llorando al entender el dolor de esa mujer, que aborta a su niñito que esperaba ver crecer... 
O por esa otra pancita... a la que no dejaron ni siquiera llegar a ser una bebe, porque sus pulmones mal formados, se cerraron, apagando aquella llama que no vio la madures. 

No queremos mal... forma... ciones... congénitas. No queremos más niños con atrofias, ni queremos más gente sufriendo por leucemias. No queremos más enfermedades crónicas, los frutos del modelo de la semilla transgénica. 
Sea x el uso o el mal uso o el abuso de las toneladas de agroquímicos. Por?. Porque todo es por los agrotóxicos, aunque digan que son inocuos personajes cínicos, el pedido es lucido, el argumento sólido. Entiendanlo, atiendanlo.

Los casos se acumulan, ya no se disimulan, en los barrios linderos a los campos que utiliza la moderna agricultura, dependiente de una trampa de venenos para transgénicos de los que hoy abusa, gracias al programa de una guerra silenciosa, una guerra sucia, avalada por sus socios en la prensa, y la política, que votan las leyes: made IN U.S.A ¿y porque será que por tu cabeza esto no se cruza? Porque a mí me hace pensar en los principios por etapas de una invasión, y que no vienen solo de un país, más bien, que es de una legión, con mucha lentitud y gran dedicación en la preparación para la digitación de esta operación “de control social”, y mires donde mires ya sabes que no les va nada mal: lograron naturalizar que comas los venenos de una industria que asesina, a nivel mundial, la misma que arruina a las familias campesinas, y que la semilla en argentina: quieren patentar, y es parte del plan tener en los cultivos control policial, desplazar con violencia a los pueblos de cualquier comunidad, desmontar los bosques nativos y con monocultivos desertificar: la tierra, ¿y el agua?, la contaminan, robándole a los pueblos la sustentabilidad, asesinando la biodiversidad, y eso se tiene que acabar!!

Los fumigan como si estuvieran en Vietnam, a los nenes que vuelven de la escuela (rural) y a los que van, rocían los barrios en un horario laboral y todavía se atreven a decir que ese es un trabajo que les da la dignidad. Cuanta hipocresía, juegan con la vida, la tuya y la mía. ¿Y cuál es la salida? Hoy yo gasto saliva, ¿y mañana? Buscare estrategias sanas para no olvidarme de mi humanidad…



Rodiyon MC


Dedicado especialmente a las madres del barrio Ituzaingo, al acampe de Malvinas, a Fabián Tomasi, al Dr. Roberto Lezcano, el Dr. Carrasco, al Dr. Seralin, a Marie-Monique Robin y a todos los que no bajan los brazos, como los profesionales que pusieron y ponen en riesgo sus puestos de trabajo al enfrentarse a la mafia agro tecnológica que es solo un brazo de esta bestia genocida.


COMUNICADO

A quien corresponda:

 Nosotros no queremos más cáncer, ni leucemias provocadas por los agroquímicos, de hecho, ni la más mínima de las alergias queremos. 
 Pero sobre todo no queremos atrofias congénitas en quienes nacen día a día, y que son enfermedades programadas a través de una industria con daños colaterales tan anunciados; en definitiva no queremos que se arruine ni una sola vida más por intoxicaciones con agrotóxicos, o pesticidas o por vertidos químicos. 
 Puntualmente, queremos que dejen de tratar con venenos nuestros alimentos, los mismos alimentos que comercializa esta industria, aceitada con la sangre de millones de personas, que engrasan los ejes de la maquinaria genocida de esta sociedad enferma.

 EXIGIMOS QUE PAREN.

 Tampoco queremos perder más bosques nativos por los desmontes diagramados por el monocultivo, ni queremos más desplazamientos forzados de comunidades que buscan el equilibrio con su medio, y se basan en el respeto a la tierra y la vida; no queremos que sigan contaminando el suelo y las aguas,  y definitivamente no queremos que se pierda la biodiversidad que sustenta nuestra vida en esta tierra. 

SOMOS CONCIENTES. EXIGIMOS QUE PAREN.

 Porque tampoco queremos el control de la alimentación en manos de un puñado de empresas internacionales o nacionales que dirigidos por sociópatas buscan establecer el monopolio alimentario. 
 Mucho menos queremos empresas semilleras con poder de policía sobre los agricultores independientes. 

PORQUE SABEMOS QUE INTENTAN PATENTAR LA VIDA. 

 Pero es una costumbre milenaria, que las semillas se guarden para las próximas cosechas.
 La propia palabra “agricultura” nos indica que el agro es parte de la “cultura”, por ende, propiedad de la humanidad toda, y al igual que las semillas, privatizarla es un atropello. Porque la vida no se puede patentar. Más de cinco mil años de evolución genética producida por la naturaleza y la intervención artesanal del hombre, no pueden pasar a ser propiedad de una empresa o de un país, de ninguna manera.

 Y no puedo dejar de preguntarme: ¿dónde se autoriza desde los gobiernos e instituciones sanitarias, a empresas foráneas o propias, a vulnerar la salud de los pueblos, degradar las tierras y envenenar las aguas, además de desplazar de forma violenta a las comunidades, y atentar contra el equilibrio natural, la biodiversidad y los derechos humanos de niños y adultos?¿Dónde? 

 Hasta la O.M.S. queda obligada a declarar que “Hay que partir del principio de que el desarrollo económico no debe deteriorar la salud ni causar enfermedades”. 

 ¿Entonces? ¿La justicia? ¿Y el estado? ¿No son sus roles, proteger al pueblo, y construir modelos de sustentabilidad y equilibrio? ¿O acaso solo se involucra la justicia, cuando el daño está hecho? ¿El estado no debería anticiparse a estos atropellos y firmemente impedirlos?

BASTA. LES EXIGIMOS QUE PAREN. 

 Y me voy a extender en la argumentación, porque también nos preocupan significativamente, las situaciones deplorables de hacinamiento y abandono en las que se siguen manteniendo a los peones de campo y sus familias, a trabajadores en situaciones, que fácilmente podrían entenderse como esclavitud. Parecería que estamos hablando de feudos. 
Asusta la poca información que les brindan, sobre los cuidados que se deben tener al manipular sustancias toxicas como son los agroquímicos, que determinan y que provocan enfermedades raras y muy crueles, como es el ejemplo, del caso de Fabian Tomasi, un peón que trabajaba como apoyo en tierra de las fumigaciones aéreas. 

 Es muy cruel el abandono de personas, y entre los primeros culpables de este abandono, y esta falta en la comunicación de la información al respecto sobre los cuidados que deben tener los propios trabajadores, están los organismos que permiten la entrada de estas metodologías junto a las empresas que las llevan adelante, que son conscientes en diferentes grados de cuales van a ser los resultados. En segundo lugar, son culpables quienes van a desarrollar un emprendimiento ligado al agro con métodos denunciados desde hace muchos, pero muchos años, por lo que tienen que haberlos estudiado mínimamente, antes de llevarlos a cabo. 

 Quiero concluir, expresando que es esta angustia con la que nos obligan a vivir, la que provoca que como artistas, nos comprometamos en el deber de volcar estos pensamientos y exigencias a raíz de las situaciones de injusticia, en el contenido que le dan forma a nuestras obras. 

 Y trato de transmutar este sentimiento de desesperanza, de incertidumbre y desconcierto, porque comprendo mi responsabilidad como ser humano hacia las generaciones futuras, y no puedo, ni podemos, quedarnos callados, mirar hacia otro lado, ni dejar que nos amedrenten o convenzan de lo contrario, porque los resultados están a la vista, los agrotóxicos enferman, desertifican y matan . 
 El arte funciona como un desahogo y debe hacerse carne en un pedido de justicia, hasta lograrla. 

 Pero a veces me ha resultado insuficiente, y muchas veces me sentí muy solo, y es por eso que hoy, les agradezco a todos ustedes, que respetuosos de la vida, nos manifestemos de esta manera. 
Pero también acá entre nosotros, que nos manifestamos y que desde cada lugar que nos toca, aportamos a esta lucha, siento que es inútil exigir a un estado, o a un gobierno, o a una justicia, que no escucha y es parte del problema, más allá de los actores que conformen un gobierno o la justicia.  
 Porque considero que, planteada como está la realidad política económica de nuestro continente, y de gran parte del mundo, ningún gobierno tiene el interés y la voluntad, o la fuerza de oponerse ante estos atropellos, que son en su mayoría actividades tan lucrativas como lesivas.

 Y quizás YA ES TIEMPO, de encarar este problema yendo a su raíz. 

 Si el sistema no nos representa, si es imposible y poco probable que respete nuestros intereses, que son la vida y la salud y el buen vivir, el progreso sano y el crecimiento económico y tecnológico, infinito y respetuoso con el medio, busquemos la forma de obtener zonas libres de las locuras del mundo moderno, para llevar adelante otro proyecto de sociedad, sustentable y respetuosa del entorno. Con esto no quiero decir que debemos dejar de exigir que el estado cumpla sus deberes, pero nuestro rol, de cocreadores, que estoy seguro podría ser sumamente productivo en un marco más sano de realidad, se está viendo afectado por el desgaste y por la falta de horizontes positivos. 

 Es necesario buscar y propiciar para quienes tengan el mismo sentir, un lugar común donde aportar nuestra fuerza de trabajo, nuestra inteligencia en un proyecto que nos contenga, nos potencie y enriquezca, para que el resultado de nuestras vidas, sean frutos de valor real en el aporte de una sociedad ¿nueva?. Estas palabras, son solo palabras, que seguramente estén en la mente de muchos, y creo que todos sabemos, porque lo sentimos, porque no queremos pasar por este mundo sin dejar una huella de valor que se traduzca en proyectos que potencien nuestras capacidades y aporten en el camino del desaprender, del desintoxicarnos de esta sociedad enferma y egoísta, que ya es hora.

 Los invito a pensar de manera grupal y constructiva, para que nunca más tengamos que elegir entre un grupo de políticos mafiosos financiados por las élites millonarias. CreemosElMundoQueQueremos/ 


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